Para la población general sí.
La idea no es nueva para los expertos, pero no hay un profundo desconocimiento de su existencia en la población. Ahora hemos dado un gran salto tecnológico y ya sin la ingeniería biomédica es prácticamente imposible tratar adecuadamente un paciente.
Cuando se piensa en sanidad, enseguida lo relacionamos con médicos, enfermeras, medicinas y hospitales, pero hoy en día prácticamente ningún tratamiento o cirugía es adecuado sin la ingeniería biomédica.
Los ingenieros biomédicos formamos parte del equipo de diagnóstico y tratamiento en los hospitales de todo el mundo, pero se nos confunde con médicos, porque todavía la sociedad no conoce nuestro papel en su salud.
Cuando vamos a comprar un televisor preguntamos diferentes precios y opciones, pero a la hora de someternos por ejemplo a una cirugía nos ponemos en manos del médico que nos toca por zona o el que nos lo ha diagnosticado en la privada. No nos planteamos otras opciones y las hay. Y esas opciones dependen de qué técnica quirúrgica y, sobre todo, qué tecnología utilicen. Cuerpo sólo hay uno y televisores muchos.
Nuestra salud ya no depende sólo del médico o el fármaco sino del uso y buen uso de la tecnología biomédica disponible. Quien da el tratamiento sanitario es importante, pero también con que tecnología. Seguro que al público le interesará saber cómo, dónde y con qué puede identificar si está recibiendo un tratamiento correcto a sus patologías.
La ingeniería biomédica es una disciplina con fundamentos sólidos y aplicaciones prácticas en el campo de la salud. La combinación de la ingeniería con la medicina y la bioingeniería ha llevado a resultados tangibles y avances significativos en la atención médica, lo que demuestra que es una disciplina realista y basada en hechos.
Aunque en medicina se utiliza la tecnología más avanzada, pasa desapercibida para el público general. Cuando se dan cuenta de lo que realmente existe cambia su visón completamente y se empiezan a interesar y buscar más información por su cuenta.
Las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial (AI), el Big Data, el Internet de las cosas (IoT), la nanociencia o la robótica, son hoy en día las protagonistas de la denominada “cuarta revolución industrial” en la que progresivamente todos los ciudadanos empezamos a vernos sumidos. El ámbito de la salud es una de las áreas que más potencial posee para aprovechar estas novedosas herramientas.
Descubrirán la medicina del siglo XXI con opciones de tratamiento más efectivas para mejorar la calidad de vida, permitir una atención más personalizada y aumentar la eficiencia en la prestación de servicios de salud.